sábado, 24 de febrero de 2007

Imperio que no cae




El arma más poderosa de la moda es, paradójicamente, su frivolidad.

Los cambios son absolutamente superficiales: tres colores nuevos, diez centímetros más a las faldas o siete menos a los ruedos de los pantalones. Los resultados son, sin embargo, sorprendentes. La renovación es rápida y total, es captada al instante, y lo que ayer parecía ridículo hoy es de pronto "lo que hay que tener".

Se ha criticado a la moda y a la atención prestada a la indumentaria de mil maneras distintas y desde múltiples ángulos, muchas veces ridículos. Pues la moda no otra cosa que precisamente, el cambio constante, el juego con los textiles, las formas y las líneas. Pero la suma de las partes no siempre es lo mismo que el todo, y la moda es un claro ejemplo de esta afirmación, dado que es imposible no relacionarla con otros aspectos fundamentales de la sociedad o inclusive con hechos históricos, una guerra, un sistema de gobierno, un movimiento cultural.

La indumentaria expresa un estado de ánimo, una intención, un querer ser. Ese es el punto: uno puede ser lo que quiere, o al menos parecerse a ello. Lo que nos ponemos cada día expresa empatías y rechazos, ya que hasta el "no-estilo" es un estilo en sí mismo.

El imperio de lo efímero lo tomé de un libro del filósofo Gilles Lipovetsky, autor también de Los tiempos hipermodernos y La tercera Mujer. ¿Hay algo que, al menos parcialmente, no se encuentre afectado por la moda? Se pregunta él en primer lugar, para llegar a un análisis exhaustivo de la moda y los problemas para estudiarla y enmarcarla dentro de procesos sociales mayores y complejos.

Este blog, que empiezo después de haberlo pensado mucho tiempo, pretende explorar un poco la historia de la moda, junto con estudios de imagen, diseñadores, estilos.

Y hablar un poco más este "sistema", en el que me siento tan felizmente inmersa.

1 comentario:

Hernan dijo...

¿lo pongo o no lo pongo?

lo pongo:

que loco que puedas filosofar de la cosa -de esa forma que a mi me gusta- estando inmersa en la cosa....

"El arma más poderosa de la moda es, paradójicamente, su frivolidad."
me gusta frase, lástima que no exista un palabra menos huesuda para decir "paradoja"

ah, y me gusta el blog!